Los sistemas de calidad y seguridad alimentaria tienen su origen en la necesidad de garantizar la seguridad de los alimentos a lo largo de toda la cadena alimentaria, empezando en la producción primaria y llegando hasta el consumidor final.
Los accidentes higiénicos tienen un coste muy elevado para las empresas. La única forma de evitarlos es implantar prácticas higiénicas en: locales, equipos, instalaciones y procesos productivos, que aseguren que los peligros que acechan a los alimentos no lleguen a éstos.
Las organizaciones que están o pretenden estar en el comercio global en el sector alimentario, atienden clientes que exigen garantías de calidad y seguridad alimentaria. La implantación de sistemas de gestión de seguridad implica estar a la altura del nivel de exigencia del mercado actual.
Implantar un Sistema de Seguridad Alimentaria le abre puertas a nuevos mercados, aporta valor añadido y ventajas en la comercialización de sus productos
Los sistemas de calidad y seguridad alimentaria surgieron de la necesidad imperante de garantizar la seguridad de los alimentos en cada etapa de la cadena alimentaria, desde la producción primaria hasta el consumidor final. Esta garantía es vital para la confianza del consumidor y la integridad del mercado alimentario.
Los accidentes higiénicos representan un alto coste para las empresas, tanto económico como reputacional. La implementación de prácticas higiénicas en locales, equipos, instalaciones y procesos productivos es esencial para prevenir estos incidentes, asegurando que los alimentos permanezcan libres de peligros potenciales.